El síndrome de Bartter y el síndrome de Gitelman son dos trastornos que deben distinguirse entre sí porque sus presentaciones clínicas pueden ser similares. Ambas enfermedades pueden provocar pérdida renal de potasio y magnesio. El síndrome de Bartter generalmente se diagnostica en la infancia con retraso mental y del crecimiento, pero no siempre. Estos pacientes tienen alcalosis metabólica, hipopotasemia, hipomagnesemia, hiperreninemia e hiperaldosteronismo con normotensión. La presión arterial normal es importante porque la mayoría de los pacientes con hiperaldosteronismo son hipertensos. El síndrome de Gitelman se manifiesta como hipomagnesemia (más grave que el síndrome de Bartter), hipopotasemia, hipomagnesemia e hipercalciuria. El síndrome de Gitelman se puede comparar con la terapia con diuréticos tiazídicos, hipomagnesemia, hipopotasemia e hipocalciuria.
Es un blog de Jorge Luis Antonio Figueroa Apestegui Medico Internista CMP:34170 RNE:031011 UNMSM 1990-2004 jorgeluisfigueroa1@outlook.com Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen Celular 952010720
lunes, 9 de diciembre de 2024
Cuando un paciente presenta hiponatremia, suele ser bastante sencillo evaluar si la afección surge de una hiponatremia hipervolémica (presencia de edema con fóvea, estertores pulmonares, ascitis). A veces puede ser más difícil diferenciar la hiponatremia hipovolémica de la hiponatremia euvolémica. Una prueba de laboratorio útil que puede discriminar entre las dos es un nivel de ácido úrico sérico que generalmente está elevado en la hiponatremia hipovolémica y disminuido (menos de 4 mg/dl) en el síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética.
El síndrome de Alport (nefritis hereditaria) debe considerarse en hombres jóvenes que presentan hematuria glomerular recurrente, proteinuria, insuficiencia renal, pérdida auditiva neurosensorial y anomalías oculares (p. ej., lenticono anterior). Este síndrome debe diferenciarse de otras formas de hematuria glomerular, como la enfermedad de la membrana basal delgada, que causa hematuria en ausencia de insuficiencia renal, y la nefropatía por Ig A, pero carece de las manifestaciones extrarrenales del síndrome de Alport (p. ej., cambios en la audición y los ojos). Puede ser necesaria una biopsia renal para diferenciar el síndrome de Alport de la nefropatía por Ig A. Actualmente es posible realizar una biopsia de piel y realizar pruebas para el síndrome de Alport.